
Después de haber pasado por la esquina, de haberme ahogado por la saliva del largo beso del adiós. [...]
Después de algún antes que no recuerdo, de estos labios que besan tuerto, de éste esguince de corazón.
Después alguien dijo, no somos nada, sin embargo miren mi cara.
Después de archivar tantas ilusiónes, después de un par de buenas canciónes, he perdido mi encendedor.
Después de haber nadado por tú espalda y bajo el cierre de tú falda conocer la perdición.